Libro para disfrutarse. En una narración directa y sin detalles innecesarios. A través del relato de personajes protagonistas, Orhan Pamuk nos muestra algunos semblantes de la vida en Estambul del siglo XVI. Aspectos cotidianos dominados por la ley islámica son mezclados con la trama. El lector entra en callejones sin perderse y acaba buscando imágenes de la época narrada para completar el deleite que conlleva sumergirse en el texto.
Es de admirar cómo Pamuk se desdobla en diversos personajes, masculinos y femeninos, y logra una verosimilitud poco vista y admirable.
Se agradece a Rafael Carpintero la traducción precisa que hizo de la novela.
domingo, 14 de marzo de 2010
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